COSTUMBRES


COSTUMBRES

Nos hemos acostumbrado hablar en silencio, como cuando ellos dormían al levantarnos por las mañanas.

No somos conscientes de que ya no están, pero cada rincón conserva su música, sus risas, sus voces.

Cada cosa que hacemos, esta pensada para el pasado, cuando ellos eran los reyes y nosotros solamente sus padres, atrapando sus sueños, haciéndolos nuestros, ahora nuestros pensamientos afloran olvidados entre sus ropas, y en sus cajones, donde pequeñas cosas quedaron al marcharse.

Sus póster del cine, Casablanca y los Hermanos Max descansan en sus paredes, junto a El Exorcista y todas las películas de terror, ahora moran a sus anchas en los dormitorios, sujetos con chinchetas a un marco de corcho, toda una vida en fotos, de cumpleaños, navidades y vacaciones.

Ahora haciendo reformas en la casa, los duendes vuelven a arroparse entre mantas y edredones, sin querer abandonarnos, sin permitirnos tener de nuevo nuestro espacio, el que ellos llenaron con su presencia, el que vuelven a llenar cada día que aparecen.

Y es que toda una vida con ellos, no se puede disfrazar detrás de cortinas nuevas, habrá que dejar pasar el tiempo, y llenar de nuevo los rincones de pequeñas presencias, y esas presencias ya son parte de mí.