AJUSTANDO TIEMPOS



AJUSTANDO TIEMPOS

Nos costo ajustar nuestros tiempos, al igual que relojes de distintas galaxias fue difícil, y intentamos desde el primer momento que todo funcionase como un reloj suizo por ambas partes, pero uno era un reloj de sol, el otro de arena, y ninguno había estado en suiza.

Y fue mas difícil aun entender sentimientos, mientras una pensaba en ternura, la otra parte convertía todo en sexo, no consentido muchas veces, pero ya se sabe, el hombre tiene necesidades, y las mujeres atienden esas necesidades sin preguntar.

Yo también necesitaba sexo, tenia veintiún años y una vida de sueños y armonía en mi mente, que fue difícil de superar, cuando yo pedía el estaba cansado, cuando yo dormía, el despertaba de un sueño nocturno pidiéndome relaciones, y en verdad que eso no me gustaba.

Bien difícil me lo puso el amor de vida, que ahora no recuerda nada de ese tiempo (o no quiere recordar) por que las palabras dichas en la noche duelen mas que con luz del sol, yo soñadora de cuentos, me vi convertida en heroína de los mismos, mientras mi príncipe se abrazaba a Morfeo en vez de a la cenicienta, y yo me hice noctámbula y pasee madrugas, mientras el roncaba en nuestras gran cama.

Paso el tempo después de muchos despertares oscuros, Madrid se convirtió en pesadilla, y quise volver mil veces al hogar de mi Madre, pero supere esos malos sueños pensando en el disgusto que se llevaría, y después de un tiempo compartido, supimos que cada uno había sido fiel al otro en la adversidad y en la salud (como nos dijo el cura) y descubrimos dentro de nosotros como en un baúl de sentimientos, que teníamos una vida por vivir, y lo mejor de todo es que queríamos compartirla el uno con el otro.