PENSANDO EN CHRISTELL



El dolor preso

en el vientre del miedo
hoy se desagua
en violenta cascada
sobre angosta garganta

Mercedes Ridocci




PENSANT EN CHRISTELL


El dolor pres

al ventre de la por 
hui es desguassa
en violenta cascada
damunt de gola angosta





    traduïda al català per Pere Bessó



Comentario de Pere Bessó adjunto a la traducción 


QueridaMercedes:


Advertimos lafuerza del poema -que yo leo de/desde desamor- justamente por su expresividad.Que el miedo pueda causar dolor, pueda ser doloroso, es algo que todos hemospercibido alguna vez. Hablo de sentir. Sin embargo, desde la brevedad, nadafácil asociar ese miedo que ahoga con algo que permita elasentimiento de lectoras y lectores lectores. Tú lo logras por partidadoble. Por un lado, primera lectura: nos llevas a la metáfora del"vientre del miedo" y a partir de ahí desarrollas la lógica internapoética. Y así, desde lo puramente físico, fisiológico, uno puede imaginar-desde la experiencia de un "apretón" propio en algún momento dela vida- el inaplazable desagüe o vaciamiento de aguas mayores y menores.Sólo quien lo ha sentido, lo sabe. Es como una reedición de 'sangre, sudor ylágrimas'. Pero ese tratamiento simbólico es expresivo también por elcontraste entre violenta cascada y angosta garganta. Más allá de los epítetos,sorprende y asusta tanta cascada para tan poca garganta. El desbordamiento anteinsuficiente embudo. Y, por hipérbole, yo la sigo: el diluvio.

Sinembargo, podría darse implícita otra lectura, amiga. Heterodoxa, si sequiere. En la mitología griega aparecía como estrategia del padrede dioses y diosas, la lluvia de oro de Zeus para impregnar el cuerpo deninfas y mortales. De aquí la apelación eufemística de "lluviadorada" dada a una de las prácticas sexuales consideradas como desviadas,perversas, aberrantes o simplemente 'viciosas', por no hablar de lavariante de diversas coprofilias.  


Justamente,primera y segunda lecturas, en amalgama, fuertes ambas, dan qué pensar. Pero,conozcamos o no Christell, destinatario real o ficticio, lo que al cabo noimporta, he de resaltar, pues, que en esa brevedad nos acercas a la punzada delepígrama. Y permíteme que traiga paródicamente y fuera de contexto aquélverso de la oda del de Belmonte: "Qué descansada vida...

Un beso,
Pere