ANOCHE...





ANOCHE...


Anoche al acostarnos mi marido me dijo ¡¡¡ Chica, estamos solos!!! Yo le conteste, solos no hemos estado nunca, por que nos teníamos el uno al otro, ahora tenemos a los chicos, tenemos Andrea y Fernando, nos tenemos nosotros.

Y es que mi marido quisiera que los hijos aun fuesen niños, que no se fuesen de casa, y es que no entiende como la vida sigue, no se acostumbra a estar sin las ramas, que un día crecieron pegadas a su tronco, se movieron con su viento, con sus ideas, y sus hojas tejieron sus noches.

Mi vida, la llenan cantidad de cosas, mi marido, mis hijos, y mis nietos, comparto mi tiempo con los elementos, y me abrigo con el frió, y me resguardo del sol del verano, me adapto a las circunstancias, y vivo el momento que me toca, sin esperar a vivir la vida de otros, y menos la vida de mis hijos, que nunca fueron mis hijos, solamente son hijos de la vida, y yo su vehículo para llegar a ella.

Soy feliz cuando tengo mi tiempo, y cuando pienso que no tengo tiempo para aburrirme, y tengo las noches para soñar, y despertar alegre al llegar el nuevo día.