LA SEDUCCIÓN


LA SEDUCCIÓN

Hablaba despacio, como lamiendo cada palabra de su infinito, y cada palabra era un camino hacia la seducción, y la entrega, todo formaba parte de un todo, y el lo sabia.

Su mundo era la palabra, por que una vez que se escuchaba su voz era difícil olvidar su eco, también sus silencios.

Y hubo mil conquistas, y cada una fue única en esos instantes, y mientras el cuerpo florecía, el alma se mecía en la incertidumbre del engaño, y más tarde en la cólera y la indiferencia.

Pasó el tiempo, y hasta los olvidos fueron los más recodados de su vida secreta, y la duda siempre se quedaba anidando en la mente, porque quizás ella no le olvidaría jamás...