EL JUEGO


EL JUEGO

Una noche al principio de las vacaciones, mientras me vestía, sentí unos ojos que me observaban, seguí vistiéndome  sin prisas, al apagar la luz mire por la ventana con los prismáticos, y vi que…

Al otro lado  de la ventana, en el otro edificio tenía un admirador, y pensé ¡que poco le había durado la sesión de mirón!

Pero al otro día le vi de nuevo, y me dieron ganas de bajar la persiana, después pensé, no es para tomárselo así, dejaremos que se entretenga un rato y, se lo pase bien.

Y así cada día y cada noche, hice un rito  de esos momentos, después  de varios días término gustándome el juego.

Como yo le había visto desde mi casa, hoy le reconocí  en la calle, me quede sorprendida, entonces entendí el por que me esperaba cada día, el iba en una silla de ruedas, y yo me había convertido en su entretenimiento en vacaciones, le sonreí, y seguí mi camino, después, en la noche… comencé la sesión como lo estaba haciendo desde que llegue, esa noche ambos sonreímos sin vernos, y así fue hasta que me marche.