ESCUCHABA TU VOZ


ESCUCHABA TU VOZ

Escuchaba tu voz y, mí mente se desplazaba hasta lo mas profundo, entonces cada palabra se confundía con lo eterno, y un volver a ti en cada segundo.

Hechizada, dejaba de ser yo para ser lo que tu querías, y me perdía entre tus historias, a veces deseando ser uno de sus personajes, seguramente inventados por ti, pero me dejaba seducir en el encuentro, se desbordaba mi ser cuando el personaje de tu historia podía era yo.

Los gemidos entrecortadamente no me dejaban articular palabras, para después caer en el pozo del desespero, cuando tus labios callaban, y tu música invadía mi cuarto.

Después todo ceso, en mi quedo la nada del silencio, la niebla de lo absurdo, el mañana indiferente y…

Un adiós, se convierte en un corazón que se va, y deja la mitad con quien se queda, al borde del fin del mundo.