UNO SOLAMENTE


UNO SOLAMENTE

 A mi me gustaba su andar tranquilo, y sus besos apasionados, su mano perdida entre los pliegues de mi blusa, y sus ojos cerrados cerca de los míos.

Me gustaba su sonrisa socarrona y sus pocas palabras dichas al infinito, cuando para mi solo su presencia era imprescindible como la luz de la mañana, y sus manos templadas acariciando mi rostro.

Me gustaba su polo azul y su pelo rubio brillando ante mis ojos extasiados de gusto, de saberle mío, grande, hermoso, dándome la luna si la quería, y amándome como sin importancia, porque todo el parecía que era así, poco importante.

Yo le hice mi vida desde el primer día  que le conocí, convirtiéndose en mi mar que jamás había visto, y que me dejaba sin palabras y sin aliento al verle aparecer a buscarme en mi casa, y yo ya presumía de su cariño que me dio en un frío día de invierno,  que dejaba el aliento pegado a mis manos para calentarlas.

Fue una temporada  de luces sin sombras, donde los sentimientos han crecido mas que el tiempo, y ambos nos hemos convertido en uno solamente.