DORMIDA



DORMIDA

Me gusta que me encuentres aun dormida, cuando aun no soy nada, cuando mi cuerpo es pequeña corriente, cuando duermen mis sentidos.

Me gusta despertarme a tu lado, sintiendo como un río que despierta, enredada en unas manos frescas, y saltando a tierra para oír el latido de el y el mío juntos.

Me gusta que empieces a sentir el despertar de mis sentimientos, mientras me vuelvo mar y marea, brisa y vendaval, calor primero y humedad después, hasta que los minutos se desbordan, y el cuerpo descansa, de miradas y sonrisas, palabras y silencios.

Me gusta sentir tu voz en la noche, diciéndome te quiero, que nada te perturbe, y quedes en mis brazos mas allá del amanecer, cuando el tiempo es nuestro, y nada ni nadie te aparta de mi, ni si quiera un pensamiento mío.

Me gusta verte en las sombras, satisfecho, con tu espalda pegada a mi pecho, después de todo, después de saberme tuya para siempre, sentir como vuelves tu cuerpo, y como apoyo mi cabeza en tu pecho, oyendo un solo corazón, que es la vida de ambos.

Y me gusta dormir con el sol, y despertar con la luna, un poco perezosa, y siempre amante, bañarme en el mediterráneo, llegando el ocaso y saberte cerca, aunque tú no me sientas a tu lado.