TÍMIDAMENTE

TÍMIDAMENTE
Me hubiese gustado ser bella, no solo por la gente, también para mí.

Me hubiese gustado alguna vez quemarme en el fuego de una pasión loca que no pudiese contener, y llorar por tenerla, perderla, ó sentirme perdida entre las manos ardientes de un ser que me poseyera a mí, y no sentir mi gemir interior, perdida, sin ser de nadie.

Me gustaría que alguien, cuando yo ya no este, recuerde que he amado siempre, sin miedo, que no fui indiferente ni a las hojas cayendo en el otoño, cuando el verde desaparecía para dejar paso al amarillo fuerte de mi paleta de pintora, y al sol tímidamente cálido, como mis trazos al empezar un lienzo.

Me gustaría ser bella para siempre, sobre todo para mí, que jamás me sentí a gusto mas que con mi sonrisa, que reparto sin miedo, como golosinas a los niños, aunque a veces no me entiendan, y critiquen mi forma de ser casi siempre... ausente.