Hoy no necesito mis palabras.
Las tejo, destejo.
con apasionadas y seguras
armo un gran sombrero rojo
sonrío al espejo y salgo a la vida.
Otras veces las transformo en bellos
y cómodos zapatos de tacón con los
que elegantemente recorro el camino.
A veces el frío… y la soledad
Me obligan a usarlas en cálido abrigo.
De repente improviso un perfumado jazmín
que prendo en el cabello…
Conozco mis palabras, me miman, cuidan o detestan.
…según la ocasión.
Realzan mi brillo o condenan mi opacidad.
Hoy sé que no las necesito, hoy no las quiero
Deseo que suavemente acunen este silencio
Para sentarme a esperar, leer y escuchar… las tuyas.