Sigo enganchada con el tema de las fantasías sexuales, supongo que me perseguirá un buen tiempo… Hace unos meses lo abordamos con la audiencia en el programa de radio. Las opiniones al respecto fueron dispares y como de fantasías se trata, de la vida sexual, además, todas me parecen tener sentido.
Por un lado hay quienes opinan que las fantasías son el motor para liberar deseos y que por ende no son realizables, que al realizarlas dejan de ser y que, seguramente, en el momento de realizarla nunca será como la imaginamos. Van por más al decir que una vez que se cumplió, mal o bien, debemos ir a nuestra imaginación por otra fantasía pues la anterior ya fue…
Otros, los que las llevaron a cabo (con fortuna creo) opinan que sí deben realizarse y no dejan de ser, por el contrario, el recuerdo y experiencia sigue llenando la imaginación y el placer en igual medida.
Ahora, ¿qué son las fantasías? El diccionario de sexualidad dice que son: “representaciones mentales imaginarias que estimulan y acompañan los encuentros sexuales”. No me sirve… al menos para mí no tienen que ver con el acompañamiento de los encuentros. Un encuentro es con esa persona, real, palpable y de placer en ese momento. Las fantasías acompañan o cobran vida en otros momentos, con otra gente, situaciones o lugares.
En fin… a ver si entre todos ayudan a esclarecer mis desnudas fantasías y oscuros deseos de placer… Me dejo en sus manos!