Estoy sobre mi costado, lo miro y después cierro los ojos intentando dormir, pero pasa las manos, esas manos, sus manos que amo por mi cintura y me rodea con sus brazos bajando hasta que sus dedos adquieren la forma de mis glúteos.Nuestras bocas se encastran en un rompecabezas que intercambia sus piezas, pero cuyas uniones son siempre perfectas, hasta el final, hasta el último gemido, hasta el abrazo y la mirada que nos confirma el amor.Le sonrío, me sonríe, es feliz y soy feliz de él.