Sea como sea la personalidad de cada uno… todos tenemos un día de esos donde la libido se subleva instalándose en el subsuelo de alguna perdida cabaña nevada… Esos donde solo deseamos una ducha calentita, ovillarnos en el sillón favorito, luz tenue, música suave… sola o con ese abrazo conocido, dulce y silencioso… Hay días en que deseamos paz y mimos para el alma.
Hoy es mi día…