En términos de expectativas sexuales, la realidad abruma, pesa y hasta asusta!.
Claro,… la verdadera sexualidad, esa que pasa y nos pasa, nada tiene que ver con los manuales sexuales, los estudios estadísticos, la literatura erótica y mucho menos… con las románticas, vaporosas y profundas historias de amor de Hollywood.
Estas expectativas, reales y no, entran en conflicto con lo que realmente sucede en la cama. En como nos damos, como nos sentimos y sobre todo, en cuánto somos capaces de entregar… de nuestra verdadera sexualidad ¿la conocemos?
Los medios de comunicación no ayudan mucho. La influencia, tanto por los juicios emitidos como la información que nos llega, en ocasiones, hablan de una sexualidad en términos de lo expuesto en las fantasías Playboy. Un hombre, de los que conozco, jamás podría sostener una relación de ese estilo. Esto los llena de inseguridad. Los confunde. Por un lado los ametrallan con las terapias sexuales de Master y Johnson que hablan de la gran cantidad de hombres disfuncionales, tanto en erección como en orgasmo; por otro algunas revistas muestran a hombres capaces de mantener erecciones permanentes, orgasmos casi celestiales y de realizar posiciones dignas de el mejor gimnasta olímpico. Y todo, realizado con mujeres deseosas, perfectas y siempre dispuestas… como las que nos vende Plaboy… u otras.
Para las mujeres tampoco es simple… Muchas creemos que somos la única del planeta capaz de fingir orgasmos. En algún momento nos sentimos demasiado pasivas, demasiado activas, demasiado agresivas, exigentes, voraces o insensibles y frígidas. Inseguridad masculina, inseguridad femenina… Inseguridad.
Cuál es la media en materia de sexualidad, qué se espera de nosotras en lo sexual y qué esperamos del otro… ¿Cuánto tiene que ver con el amor? ¿Tiene que ver?
¿Cuál es la perspectiva real sobre el sexo?
Claro,… la verdadera sexualidad, esa que pasa y nos pasa, nada tiene que ver con los manuales sexuales, los estudios estadísticos, la literatura erótica y mucho menos… con las románticas, vaporosas y profundas historias de amor de Hollywood.
Estas expectativas, reales y no, entran en conflicto con lo que realmente sucede en la cama. En como nos damos, como nos sentimos y sobre todo, en cuánto somos capaces de entregar… de nuestra verdadera sexualidad ¿la conocemos?
Los medios de comunicación no ayudan mucho. La influencia, tanto por los juicios emitidos como la información que nos llega, en ocasiones, hablan de una sexualidad en términos de lo expuesto en las fantasías Playboy. Un hombre, de los que conozco, jamás podría sostener una relación de ese estilo. Esto los llena de inseguridad. Los confunde. Por un lado los ametrallan con las terapias sexuales de Master y Johnson que hablan de la gran cantidad de hombres disfuncionales, tanto en erección como en orgasmo; por otro algunas revistas muestran a hombres capaces de mantener erecciones permanentes, orgasmos casi celestiales y de realizar posiciones dignas de el mejor gimnasta olímpico. Y todo, realizado con mujeres deseosas, perfectas y siempre dispuestas… como las que nos vende Plaboy… u otras.
Para las mujeres tampoco es simple… Muchas creemos que somos la única del planeta capaz de fingir orgasmos. En algún momento nos sentimos demasiado pasivas, demasiado activas, demasiado agresivas, exigentes, voraces o insensibles y frígidas. Inseguridad masculina, inseguridad femenina… Inseguridad.
Cuál es la media en materia de sexualidad, qué se espera de nosotras en lo sexual y qué esperamos del otro… ¿Cuánto tiene que ver con el amor? ¿Tiene que ver?
¿Cuál es la perspectiva real sobre el sexo?